re-integra.net

Mejora en consulta pero recae: ¿estás ignorando el tiempo presente?

“Le fue muy bien en la sesión, pero al día siguiente estaba igual.” Esta frase, común en la práctica clínica, encierra una paradoja: algo pareció funcionar… pero no perduró. ¿Qué está fallando? ¿La técnica, el terapeuta, el paciente? O quizás simplemente estamos proyectando resultados a largo plazo con herramientas diseñadas para intervenir en el presente.

El sistema nervioso autónomo se regula ahora, no en 8 sesiones

Una de las grandes enseñanzas del trabajo con el sistema neurovegetativo es su naturaleza dinámica. El estado del paciente cambia a cada momento según su entorno, sus pensamientos, su respiración, su digestión. Por eso, intentar medir “progresos” a largo plazo solo con parámetros vegetativos puede ser frustrante. No son constantes, y eso no es un error: es la señal de que están vivos y adaptándose.

Cuando un paciente mejora dentro de la sesión, lo que ha ocurrido es una regulación momentánea. Esa mejora tiene un valor inmenso, porque demuestra que su sistema aún puede adaptarse. Pero pretender que ese estado se mantenga sin cambios entre sesiones —como si fuera una variable fija— es ir en contra de la biología.

¿Qué puede hacer el fisioterapeuta?

La clave está en acompañar el presente. Usar herramientas de medición (como el pulso o la variabilidad cardíaca) en el mismo momento del tratamiento permite validar si lo que estás haciendo está funcionando ahora. Y si no lo está, ajustar. No se trata de aplicar un protocolo y esperar, sino de leer al cuerpo en vivo.

Más aún, hacer consciente al paciente de estos cambios en tiempo real aumenta la adherencia al tratamiento, el compromiso y la sensación de seguridad. “Cuando me tocaste, mi corazón se calmó” no es solo una frase poética: es una observación fisiológica que refuerza la alianza terapéutica.

Regulación y bienestar como objetivos inmediatos

En lugar de proyectar objetivos idealizados (como «normalizar» ciertos valores vegetativos en ocho semanas), la fisioterapia integrativa propone acompañar las oscilaciones del sistema. Hoy el paciente puede estar alterado; mañana, más receptivo. Nuestra intervención tiene que adaptarse a ese contexto cambiante.

Trabajar en el presente también significa ayudar al paciente a reconocer qué actividades, pensamientos o estímulos le desequilibran. Y también cuáles lo centran. De este modo, el tratamiento no solo ocurre en camilla: se extiende a la vida cotidiana del paciente.

No es prometer resultados, es acompañar procesos

La fisioterapia integrativa propone una visión menos lineal del progreso. En lugar de esperar que cada sesión supere a la anterior, buscamos que cada encuentro ofrezca al cuerpo una nueva oportunidad de adaptarse mejor. Y eso solo se puede medir, trabajar y validar en el tiempo presente.

Este acompañamiento flexible y presente es uno de los pilares del enfoque que se explora en profundidad en el curso Top-Ten de Re-Integra, haz clic aquí para obtener más información.

Octubre 15, 2025

Octubre 15, 2025

Albi